Más cerca de mí…

Pinto desde pequeña, aunque la vida muchas veces me ha llevado por otros caminos,

siempre termino regresando a la pintura, como si mi alma lo necesitara para respirar.
Siento profundamente que nací para ser artista, y esa certeza me acompaña en cada trazo.
Para mí, el arte es una forma de mostrar y enseñar a los demás que a través de la creación se pueden sentir y expresar emociones, liberarlas y transformarlas: es también una terapia.
Pinto de noche, cuando mis hijos duermen, y en ese silencio encuentro un espacio de calma y de descanso.
Si pudiera, pintaría todo el día, pero por ahora lo vivo como un refugio al que vuelvo siempre que puedo.

Proceso….

Mi proceso creativo es un viaje en el que dejo que la intuición me guíe directamente al lienzo. No hago bocetos ni planes previos: pinto con el corazón. En cada obra busco la armonía y un espacio donde las emociones puedan fluir libremente.
Cada cuadro es para mí una invitación a un mundo de alegría y amor. Mientras pinto, medito y lleno el lienzo de energía positiva, con la intención de despertar en quien lo contemple pasión, optimismo, ligereza y creatividad.

La misión del arte no es copiar la naturaleza, sino expresarla.
– Honoré de Balzac